“La mediación ofrece un espacio donde se pueden resolver democrática y participativamente las diferencias que surgen en el contexto de la convivencia en la ciudad. La mediación y la resolución de los conflictos en el ámbito comunitario quiere introducir enfoques alternativos y visiones positivas entre culturas, colectivos, vecinos y también entre generaciones, así como entre los ciudadanos y la administración. La mediación comunitaria se convierte en una herramienta de prevención y cambio que favorece la democracia participativa.”

  • (Jornadas Europeas de Mediación Comunitaria, 2003)

    Por qué vemos el conflicto como algo negativo? Cuando aparecen problemas entre vecinos, arrendatario y arrendador o a partir de relaciones interculturales, un proceso de mediación puede ser una solución rápida para todas las partes en lugar de recurrir a la vía judicial.

    Los casos más comunes de mediación vecinal son:

    • Ruidos, sobre todo en los meses de calor con las piscinas, barbacoas y fiestas al aire libre;
    • Ruidos por animales, obras o reformas;
    • Malos olores;
    • Diferencias culturales que dificultan la convivencia;
    • Morosidad;
    • Uso inadecuado del espacio comunitario;
    • Discrepancias en las comunidades de vecinos.

    La resolución de un conflicto promueve una cultura de diálogo y respeto. Además, fortalece el tejido asociativo y la dinamización sociocomunitaria.

    Al igual que el resto de mediaciones, la mediación vecinal tiene las siguientes características:

    • Confidencialidad;
    • Voluntariedad;
    • Imparcialidad;
    • Neutralidad;
    • Protagonismo e implicación de las partes;
    • Buena fe;
    • Autocomposición del conflicto.

    Desde Permacomunicación invitamos a utilizar herramientas de comunicación como la Escucha Activa, Comunicación No Violenta y Visual Cube.

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